Una compañía tecnológica analizó data geoespacial, la cual permite leer patrones de movilidad de personas a partir de las señales de los celulares. Estos datos relevados entre el 27 de febrero y el 16 de marzo expusieron una eventual propagación que alcanzó a más de 850 mil personas
Argentina lleva sólo seis días en cuarentena total y aún no hay estadísticas, cifras ni evidencia científica certera que permita conocer el total de contagiados por coronavirus que habrá en el país durante las próximas semanas. Sin embargo, durante 15 días una empresa nacional elaboró un estudio mediante la geolocalización de los celulares en el aeropuerto de Ezeiza, en el cual se alcanzó un hipotético pero sorprendente número respecto a la propagación del virus.
Se trata de Retargetly, una compañía tecnológica que utiliza fuentes de datos de consumidores anónimos para desarrollar informes de planificación y activación de audiencias. Una de ellas es la data geoespacial, la cual permite leer patrones de movilidad de personas a partir de las señales de los celulares.
Sobre una muestra que duró aproximadamente dos semanas, fueron 10.772 los individuos que transitaron por el aeropuerto de Ezeiza y 157.178 los que interactuaron directamente con ellos en todo el país. La drástica pero necesaria medida de cerrar todas las terminales aéreas explica su sentido en el siguiente dato: en 15 días, fueron 692.608 personas las que se relacionaron directamente con los más de 150 mil contactos directos.
“Siguiendo la lógica de propagación del virus nos concentramos en la única ‘puerta de entrada’ al país para visitantes de zonas de riesgo: el aeropuerto internacional Ministro Pistarini. La tesis se centró en poder observar la movilidad de viajeros y la interacción de estos con otras personas. Al contemplarlo, pudimos cuantificar el potencial impacto de un brote local”, explicó Daniel Czaplinski, CEO y cofundador de Retargetly, a Infobae.
En noviembre y diciembre de 2019, cuando China comunicaba la aparición de un extraño virus y el caso del paciente 0 por COVID-19 en la provincia de Hubei, la extensión occidental del mundo observó con lejanía lo que en Oriente acontecía. Lo mismo le sucedió a Czaplinski, quien comenzó a cuestionarse las medidas de distanciamiento social y la “exageración” de lo implementado.
Meses más tarde, tras las aproximaciones y la cercanía con las precisiones, en el artículo que acompaña su estudio aclaró: “Ya no me lo cuestiono más y a continuación explico por qué”. La respuesta se centró en lo mencionado: un patrón de movilidad de personas anónimas que pasaron por el aeropuerto entre el 27 de febrero y el 16 de marzo. El total, sin embargo, parece quedar corto si se toman como válidos otros factores.
En primer lugar, la muestra sólo midió los aparatos telefónicos registrados por la compañía. A esa cifra se le deberían sumar los miles que no están, entre ellos residentes y extranjeros. De esta forma, el alcance de esta recopilación, el cual coquetea con una llegada a más de 850 mil personas, podría duplicarse o hasta triplicarse. Y sólo en el aeropuerto de Ezeiza.
“Naturalmente, frente a un evento totalmente impensado que tiene un impacto global desconocido, surge nuestra habitual curiosidad de buscar que nos dice la data, interpretar el impacto, los cambios, los riesgos. Por ser un virus que se generó en el exterior, Ezeiza nos parecía que era la puerta principal de entrada del virus y fuimos a ver si la data nos confirmaba esto y nos mostraba el riesgo potencial de propagación”, contó Mathias Longo, Head de Data Science de Retargetly, a Infobae.
“Comenzó como un juego en el que pensé: ‘Tenemos datos, podemos darle valor’. Es lo único que podemos hacer. Así establecimos cuántos usuarios pasaron por Ezeiza y por dónde se movieron durante los días siguientes. El relevamiento sólo incluye a quienes estaban en un radio menor a 20 metros y mantuvieron un contacto de más de un minuto”, sostuvo Czaplinski.
Y agregó: “El mismo no refleja todos los que pasaron. No tenemos a todos los que estaban en Ezeiza, por eso el número es preocupante. Tampoco todos venían de algún viaje. Y de los que sí lo hicieron, no todos llegaron de los denominados países de riesgo. Tampoco de los que viajaron a estos países están infectados. Sin embargo sí permite visualizar hasta dónde podría llegar el contagio, tanto de contactos directos como indirectos”.
En los gráficos, el estudio exhibe cómo el 27 de febrero los contactos se reflejaron en provincias cercanas a Buenos Aires. Dos semanas más tarde, los puntos se ramificaron por todo el país, e incluso traspasaron fronteras para trepar y cruzar fronteras entre las que se destacan Paraguay, Uruguay, Chile y Brasil.
“Los datos no mienten, y representan una oportunidad enorme para esta pelea que se nos viene. Por eso, nos ponemos a disposición de gobiernos y autoridades competentes de América Latina para poner a disposición datos y analytics sin costo para ayudar a contener esta pandemia", indicó Czaplinski.
“Conclusión: el virus puede estar cerca tuyo. Y de tu familia. Y de tus amigos. O al menos acercarse muy rápido. Y si se propaga a la velocidad que los datos nos dicen, colapsa el sistema de salud nacional”, se expresó en el final del artículo.
En las últimas horas, el Ministerio de Salud de la Nación confirmó este martes que son 86 los nuevos casos positivos de COVID-19 y que la cifra de infectados aumentó a 387 en todo el país. Durante la jornada del martes, en Argentina se registraron dos nuevas muertes por el coronavirus y el número de víctimas fatales ascendió a seis.
Publicado originalmente en Infobae